Todos tenemos una lista de deseos y cosas pendientes. Ésta es una de las que ya puedo tachar de mi lista. Os cuento cómo empezó todo, y cómo llegó mi oportunidad para disfrutar de un salto en paracaídas.
Buscando la oferta más completa para hacerme este regalo tan especial, preguntaron en varias empresas hasta llegar a SKYDIVE-Jerez. La opción elegida dentro de SKYDIVE fue la de salto en tándem con reportaje gráfico externo e interno.
El trato recibido ha superado con creces la oferta propuesta. Ha sido impecable, rozando el trato familiar, y sobre todo muy profesional en todo momento. Dentro de la variedad de experiencias que nos ofrecen, se puede elegir desde un salto en tándem hasta un salto en solitario. Se pueden añadir servicios extras como fotos y video de la jornada. Claro, después de tanto tiempo, y con esta oportunidad que se me presenta, ¿cómo no voy a documentar la experiencia hasta el último detalle?. ¿Cómo no sacarle todo el jugo al momento?.
Para poder realizar el reportaje gráfico, es imprescindible reservarlo con tiempo, porque en cada salto el fotógrafo sólo puede grabar a un saltador. Sería una lástima llegar a este punto y no tener nada que enseñar a los amigos.
Por lo pronto, mi objetivo era saltar una vez, pero no descarto repetir, e incluso contratar el curso para saltar en solitario más adelante. También es posible hacerlo por un precio más que ajustado.
Ya con la fecha decidida, sólo quedaba llegar, prepararse y saltar.
Creo que la mejor manera de llegar, y la más sencilla, es por AP4 (autovía de Sevilla-Cádiz) hasta el peaje del kilómetro 47. Desde allí nos dirigimos a Trebujena por la carretera A471, y en la misma circunvalación (kilómetro 40) encontraremos un cruce que nos señaliza Jerez por la carretera A2000. Tras pasar el primer núcleo de casas y naves, tomamos el primer carril a la izquierda. Hay un cartel de un campo de tiro.
Ya estamos equipados con los monos para el salto. Diez minutos de charla y preparación, donde me indican cómo se realiza el salto y como situarnos para hacerlo bien. Sobre todo no hay que interferir en los movimientos del instructor.
- Cuerpo arqueado con los brazos en las cinchas del arnés
- Las piernas flexionadas y también arqueadas que se sitúan entre las del instructor
- La cabeza ligeramente echada hacia atrás sobre el hombro del compañero, para dejarlo ver en el salto.
Me coloco la camiseta de mi club de bici (sevillaBTT.com), y arriba… la avioneta tiene una apertura lateral cubierta con una lona. Esa es la salida al vacío. La subida es lenta hasta los 4500m. Durante el trayecto charlamos animadamente, que creo que es uno de los secretos para no estar nervioso. Es el momento de los ajustes de las correas y cierres de seguridad. La vista es impresionante.
Con los brazos en el pecho agarrando el arnés, tengo que recordar que debo arquear el cuerpo y flexionar las rodillas.
En un suspiro, mi acompañante en el tándem se ha convertido en mi mejor amigo… saltamos. Silencio, vacío, libertad, una vista impresionante a más de 4000m sin tener apoyo en los pies… dos golpes en el hombro y puedo abrir los brazos para ayudar en el equilibrio… 40 segundos de caída libre que disfruto a tope… dos golpes más en el hombro, es la hora de volver a poner los brazos en el pecho… un tirón seco y prolongado, y frenamos la caída, ya estamos flotando y disfrutando aún más de la vista. Acabo de darme cuenta que no he parado de hablar a pesar de llevar la respiración contenida…. La experiencia es un grado, y en 10 minutos, mi amigo (Jose) nos ha dejado en el suelo con delicadeza…
Ya en el suelo, no dejo de mirar hacia arriba intentando calcular desde dónde he saltado. Se acerca Víctor, el saltador que lleva la cámara, no puedo dejar de decirle que ha sido una experiencia única.
En ningún momento se tiene sensación de miedo, ni siquiera de vértigo. Recomendable 100%.
Si quieres, puedes ver el video AQUÍ.
