De Ruta Por Doñana

Una jornada inolvidable para todos.

Después de tener que esperar que Eddy desayunara una gran tostada con Tulipán en El Rocío, nos presentamos en El Acebuche. Tras abonar los 338€ (26€ por asiento), nos acoplamos en el vehículo todoterreno nº 48. Visitaremos los diversos ecosistemas del Parque. Dunas, Marisma, Cotos, Playa, Vera.Captura1doñana

Atravesando Matalascañas, nos adentramos en las arenas el P. N. Imposible abrir las ventanas, porque había gente poco curtida en estos menesteres, y con frío. ¡Nenazas!.

Decir, que Ángel-Fernando, el chófer-guía, tiene más vista que el Lince Perdido. Dependiendo de la hora del día, podía ver al halcón situado a un lado u otro de Torre Carbonero. Al principio a la izquierda, seleccionando a su víctima. Luego, a la vuelta, en la derecha….supongo que esperando a Ángel, para acostarse tranquilo con el sueldo ganado. Eso si, hemos aprendido que si alguna vez nos ataca un halcón (que es una cosa muy normal en esta época del año), ya sabemos como huir de él sin que nos vea. Fácil, lo perseguimos nosotros. Es decir, basta con ponerse debajo y detrás.Captura2doñana

Tras unos kilómetros llegamos a la desembocadura del Guadalquivir. Poco a poco, hemos podido ir apreciando el cambio de coloración de la arena, cada vez más oscura debido a los sedimentos del río. Y también, en ese tiempo, el suave oleaje marino, deja paso a la tranquilidad del río. Frente a la desembocadura, podemos ver Sanlúcar de Barrameda y Chipiona. Frente al faro de Chipiona (el más alto de la península), los restos de un barco hundido. Dicen que el barco iba cargado de arroz, por lo que el dicho del barco perdido se hace realidad.Captura3doñana Captura4doñana

En este trayecto hemos podido ver: Correlimos, Gaviotas Patiamarillas, Ostreros, Chorlitejo, Cormoranes (a la vuelta en el mismo trayecto), etc.

Casi sin darnos cuenta, pasamos de ver agua y arena, a estar inmersos en un pinar con bajo matorral. Entre pinares seguimos un recorrido paralelo al río hasta el poblado de La Plancha. De vez en cuando nos acercamos a la orilla del río, donde podemos ver la fuerza con la que sube su caudal. En la orilla están dispuestos filas de troncos que evitan que el terreno se degrade con tanta subida y bajada de marea fluvial.Captura5doñana Estos cambios de nivel del agua se deben, en su mayoría, al paso de barcos de gran calado. Antes de hacer la parada en el poblado, ya hemos visto los primeros ciervos y gamos. Más tarde localizaremos algunos más, junto a jabalíes.Captura7doñana En la parada del poblado, por supuesto que no falta un café calentito preparado por José Mª. Como vamos los primeros de todos los vehículos, y no queremos perder la ventaja para poder ver más bichos, nos apresuramos a seguir con la ruta.Captura8doñana

Los eucaliptos que nos encontramos, desapareceran en breve. Estos árboles desecan y agotan el terreno, así que los eliminarán del parque. Ya en la marisma, conseguimos ver Garzas comues y reales, Ánades, Cercetas, Espátulas y Flamencos, aunque lejos.Captura6doñana Por supuesto, el guía puede ver hasta el color del anillo de casada de la culebra que lleva en el pico el Águila culebrera. Nosotros no vemos ni al Águila. Nos adentramos en las dunas, y volvemos a los pinares en cuestión de minutos. Después pasaremos a la zona de dunas nuevamente. Nos encontramos con un poblado en ruinas. De este polado partió Schulten en busca de la ciudad de Tartesos, la que suponía en las cercanías del lago Ligustino. No la encontró, pero a cambio descubrió unas ruinas romanas que siguen sin escavarse en su totalidad. Avanzamos entre arena, agua, marisma, pinos, animales…. hasta que nos topamos con las dunas. Captura9doñanaDunas que avanzan 6 metros al año, pasando por encima de plantas y demás seres vivos. Sólo el Enebro logra encaramarse sobre la duna, debido a su tipo de raiz. Entre estas dunas nos encontramos con los corrales.Captura10doñana Parece como si las dunas se dedicaran a cultivar matorral entre ellas. El grupo de dunas se cierra sobre «su matorral» como si cuidaran de que no sufra o escape. Esas mismas dunas son capaces de ocultar y descubrir hasta estructuras prefabricadas. No son simétricas, y se conoce la dirección hacia la que avanzan gracias a su parte con pendiente más pronunciada. La parte de desplazamiento se llama cola, y es su ladera suave. Gracias su característica de filtro, en su interior puede encontrarse agua potable. La duna sobre la que hemos realizado la segunda y última parada está a 35 metros sobre el nivel del mar. La duna se crea en la playa, y desaparece en la marisma. Captura11doñana

De nuevo en la playa, volvemos dirección Matalascañas hacia El Acebuche. Los Correlimos nos despiden cojeando. Una treta muy curiosa por medio de la que engañan a sus posibles depredadores. Para distinguir de lejos a un Chorlitejo de un Correlimos, basta con saber en que dirección huyen. El Correlimos lo hace hacia el mar, el Chorlitejo Patinegro hacia tierra. Captura12doñana

A la llegada al Acebuche nos espera una buena cerveza fresquita, comida abundande a base de ibéricos, y un paseo por los miradores del Centro de Visitantes. Después tomaremos un café en El Rocío.

El día que hemos pasado, ver las caras de los niños y los mayores cuando hemos visto los primeros animales………no tiene precio.

Ah!, el Halcón sigue esperando a su presa. ¿Será de cartón?.

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