Hay que analizar bien la información que recibimos a diario. Tenemos que tener un poco de ojo crítico, y pensar, que no cuesta tanto. No podemos evitar que nos “informen”, y nos lo den todo hecho. Nos lavan el cerebro hasta que consiguen que pensemos como ellos quieren. De ese modo, tienen todas nuestras posibles salidas cubiertas.
Hace unos años, un candidato a la presidencia de España, sufrió un atentado. Bueno, le faltó poco para que el daño fuera irreparable. Al menos es fue lo que se nos dijo. Bien, pues después de eso, la popularidad del personaje subió como la espuma, hasta que logró la presidencia. Se nos informó de que “los malos de siempre” eran los que habían realizado el atentado. ¿No puede ser una estratagema de marketing?.
Por otro lado, si nos bombardean con muchas noticias de Judíos, tengan por seguro que algo se prepara. Que las noticias se refieren a lo mal que lo pasaron hace años, eso quiere decir que van a dar un golpe sobre la mesa. Que es al contrario, eso quiere decir que no lo han hecho bien, y el golpe lo dan los Palestinos.
Ahora nos asustan con el calentamiento global. No hay una semana que no se hable de eso. Reflexionando sobre este tema: En los días de verano, cuando hemos notado un calor agobiante y pegajoso, diferente al calor que estamos acostumbrados, lo primero que pensamos es: “¡vaya la que va a caer!”. Y no nos extraña que pensemos eso en pleno verano. Es lógico que el tiempo cambie. Lo que ocurre es que el ciclo de cambio del clima es más amplio que el que podemos medir por nuestras experiencias y datos. De la última glaciación se ha pasado al clima actual, así que no es de extrañar que volvamos a un periodo de frío glaciar. Este año ha llovido mucho, pero, ¿alguien se acuerda de lo qu llovió hace 25 años?. Pues casi que llovió lo mismo. Igual con las altas temperaturas.
En cada emisora de televisión o radio tenemos una versión de la realidad. Diversos puntos de vista. Formas diferentes de ver el juego diario. Pero cuando esta “realidad” se globaliza, la mentira engorda. Hasta los mismos informadores son víctimas del engaño.
Todo esto me lleva a pensar que estamos en manos de sólo dos o tres manipuladores.
