UBICACIÓN DE HISPALIS

Ispalis, Híspalis, Ispali, Hispal, con cualquiera de estos nombres se puede identificar a la actual Sevilla. Dependiendo de la época, se ha llamado de diferentes modos, y casi siempre con la misma base fonética. Aunque es extraño que el origen de la palabra no sea latino. La ciudad fue fundada por Julio César, bajo el nombre de Colonia Julia Rómula Híspalis. Julia, como la familia de Julio César, y Rómula por pequeña Roma.

El Guadalquivir (antiguo Betis) desembocaba a la altura de Coria del Río, en el lago interior (Lacus Ligustino) formado desde su actual desembocadura hasta ésta población. Las crecidas del río, junto con el terreno llano con poca altura sobre el nivel del mar, hacían que toda la zona fuera fácilmente inundable.

Trasladándonos a la zona que se presume más antigua de Sevilla, y tomando las cotas originales del terreno, podemos saber qué zona quedaría por encima del agua en caso de inundación. En la calle Guzmán el Bueno, al hacer reformas en una vivienda antigua, se descubrió que la casa estaba apoyada directamente sobre cimientos romanos. Durante el arreglo del firme adoquinado de la calle Mateos Gago, y siguiendo su recorrido a partir de Abades, salió a la luz parte de la base de una muralla a poco menos de dos metros de profundidad. Es decir, que cuando los romanos estuvieron asentados en esta zona, en esos puntos no había agua. Cierto es que Julio César ordenó desecar parte del terreno, para así poder establecerse en este lugar. Con estos datos anecdóticos, y trazando una curva de nivel a esas cotas (18-20m), obtendremos un contorno donde podía encontrarse el más antiguo asentamiento de la ciudad de Sevilla.

Las inundaciones sufridas en la zona durante tantos siglos, hicieron que los sedimentos trasladados por el río se depositaran en los suelos de cotas más bajas. Los alrededores de esta Sevilla antigua, habrían sido abonados periódicamente por los sedimentos aportados por el río. De ahí, que las zonas aledañas a la ciudad, estuvieran salpicadas por numerosas y productivas huertas. Y del mismo modo, haría fértil la zona de pasto para el ganado, dando origen a numerosas vaquerías.

Hay un lugar en Sevilla, donde comparten protagonismo sus “fundadores”. Cada uno sobre una de las columnas encontradas en la calle Mármoles. Este lugar es la Alameda de Hércules.